El taijitu, es la representación más conocida del taiji, término que en origen se refería a la viga que sostiene el tejado de una casa y que podríamos traducir como «gran límite» o «límite supremo». La filosofía taoísta considera al taiji el inicio de todas las cosas, y por tanto, también del yin y el yang. El taijitu pretende sintetizar los rasgos básicos de yin y yang: dos principios dinámicos, contrarios entre sí y que a la vez se crean el uno al otro. En el interior de cada uno hay un punto con el color del otro, lo que pretende ilustrar que en el yin está la semilla del yang y en el yang, la semilla del yin. En origen, los ideogramas para yin y yang representaban respectivamente la ladera sombría y la ladera soleada de una colina: el yin corresponde a la oscuridad, pero también al frío, que se asocia con el lado de la colina que se halla a la sombra; el yang, por su parte, corresponde a la luz y al calor, propios del lado soleado. Por tanto, Yin y yang son términos descriptivos que se utilizan para describir todos los niveles de fenómenos. Yin es el aspecto estable, inmóvil y oculto de un objeto. Yang es el aspecto cambiante, móvil y revelador de un objeto. Estos dos aspectos siempre coexisten, nunca hay uno sin el otro. Todo se puede describir en términos de su yin y yang; piedras, caballos, el cuerpo, la vida, los pensamientos, todos tienen aspectos yin-yang. Si hablamos de yoga, no existe un único estilo que pueda llamarse "yin". Todos los estilos de yoga se pueden describir en relación yin-yang entre sí y esta categorización cambiará según el aspecto de la práctica de yoga que se considere. Si basamos nuestra distinción en movimiento-quietud, entonces el estilo con más movimiento es el yang. Pero si basamos nuestra distinción en esfuerzo-facilidad, entonces una fuerte serie de inversiones estáticas podría ser más yang que un estilo de yoga suave y fluido. El contexto lo es todo y en este caso nuestro contexto es la elasticidad de los tejidos. Todas las formas de yoga se pueden describir como yin o yang según los tejidos del cuerpo a los que se dirijan. Una práctica que se enfoca en ejercitar los músculos y mover la sangre es yang. Una práctica que se enfoca en el tejido conectivo es el yin. Cuando movemos y doblamos nuestras articulaciones haciendo posturas de yoga, tanto los músculos como el tejido conectivo se estiran. Los músculos son yang porque son suaves y elásticos, mientras que los tejidos conectivos son yin porque son rígidos y de cualidad plástica (no elástica). Igualmente, todas las formas de ejercicio se pueden clasificar como yin o yang según los tejidos a los que se dirigen. Los ejercicios que se enfocan en los músculos y la sangre son yang, los ejercicios que se enfocan en el tejido conectivo son yin. El ejercicio Yang se caracteriza por el ritmo y la repetición, el ejercicio Yin se caracteriza por una tracción suave. Con nuestro yin yoga, buscamos equilibrar cualquier ejercicio de naturaleza yang, que implica fuerza y actividad muscular. Es por esto, que no es recomendable realizar ‘sólo' yin yoga e igualmente no es saludable realizar sólo tipos de actividad yang. Buscamos el equilibrio: en lo equilibrado está la salud. Practica yin una o dos veces en semana, siempre que hagas cualquier otra actividad que dé fuerza a tus músculos. Para esto, busca secuencias que incluyan (preferentemente) todos los arquetipos yin, de manera que estresarás por estiramiento o por compresión las principales zonas miofasciales de la parte inferior del cuerpo. Equilibra con una práctica equilibrada.
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Diciembre 2022
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