Por fin pasó diciembre y cerramos año. Y siempre comenzamos otro con el propósito de que todo sea mejor, más positivo, más alegre. Más feliz. En el mundo hispano aún nos quedan unos días que festejar, días bonitos que nos recuerdan la inocencia de nuestra propia niñez, días llenos de ilusión donde apenas dormíamos esperando lo que nos traerían los Reyes en la madrugada del 5 de enero. ¡Ojalá siempre pudiéramos ver todo con esos ojos de niño, con esos ojos esperanzados! Uno de nuestros grandes maestros, Enrique Moya, nos suele decir que el yogui debe tener apertura a lo que surja. Sea lo que sea. Apertura para relacionarnos con lo que la vida nos traiga este año, este mes, este día, ahora mismo. Relacionarnos con fluidez con lo que surge es Yoga y soltar expectativas y suavizar proyectos, planes, ideas... eso también lo aprendemos con Yin Yoga. Para estos días relajados que aún quedan, queremos ofreceros una secuencia que aporte calma, que aporte una pausa Yin a todas tus demás actividades. Te proponemos que busques un sitio cálido, tal vez enciendas un incienso o unas velas, pon música suave (ésa que sabes que te gusta), viste ropa cómoda y simplemente, realiza esta secuencia sin ninguna programación... Mantén las posturas un tiempo aproximado (si quieres beneficios a nivel físico) o estáte lo que desees. No vamos a marcar ninguna regla, salvo la de que nunca sientas incomodidad ‘dolorosa'. Solo eso. Disfruta de este Regalo de Reyes Yin. Un abrazo, Jose y Carmen.
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Diciembre 2022
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